Zapopan, Jalisco y otras locaciones: Andres vs. Andres
Hay dias sospechosamente light. Hoy fue lo opuesto.
La historia de hoy empieza hace casi seis meses, cuando mi esposa me puso la vida en la cara. Me mostro un pequeño y entendi que yo era mas pequeño que el. En mi –aun mas pequeña- cabeza trate de coordinar todo lo que vivia y me fue imposible. Ahi nuevamente puse en el estereo a Andres Calamaro y me calme un poco. Sin embargo, la estupidez (o la sabiduria) me dijo que tenia que cerrar este capitulo de la historia, que tenia que acabar lo que habia empezado, antes que llegara el primogenito, a quien llamamos Andres.
Mi vida es maravillosa. Vuelvo la vista atras y todos los dias solo puedo dar gracias. Jordan, Romario, Freeman, Messi, Sabina. Pongale usted nombre, hay una historia con todos ellos, hay muchas de ellas escritas en este Bar. Mas despues de poner el check en las casillas, decidi que faltaba una. Falto en el 2005 cuando pasamos por Madrid, o en el 2008 en Bilbao, o en el 2007 en Buenos Aires. Siempre cerca, nunca cumplida.
Se veia venir. Son años viendolo venir. Hoy al fin llegue a una ciudad en que tocaba Andres Calamaro, el dia que tocaba Andres Calamaro, con un tal Andres en la barriga de mi esposa. Era el dia: Andres vs. Andres.
De tarde y despues de uno, dos y tres guaros con coca, me puse la camiseta argentina, me mire al espejo y sonrei. Ursula me pregunto: “Ya estas listo?”; le dije: “He estado listo por mucho tiempo”.
Y saltamos a una van blanca.
Es recurrente el momento en que alguien le maneja a uno y uno solo puede mirar alrededor. La ciudad moviendose rapido. Los rotulos, la gente. Siempre parece un video, esta vez mas. El chofer se llamaba Carlos, como Gardel, como Garcia, como Tevez y en su estereo sonaba U2. Venia bien la previa al Dia del Hombre Mundial.
“Eduardo subi la radio, yo enciendo un petardo”
Llegamos a un anfiteatro de primer mundo, compramos una cerveza L y una remera XL. Probamos nuestros asientos. Gloriosos.
Un cigarrillo mas. Segunda llamada.
Bajaron las luces y camino la silueta del Salmon. Desgarbada, afro mediano, gafas inseparables, hasta llegar al microfono: “Soy vulnerable a tu lado mas amable”. Se prendieron las luces y aquel himno del“Honestidad Brutal” me saco la primer lagrima. Ursula no se me acercaba pues sabia que cualquier leve contacto podia traer la noche lluviosa. Asi fue, llovio en el rostro, mas fue leve. No importa.
“Es inmoral sentirse mal, por haber querido tanto”.
Andres Calamaro, hoy el mas grande compositor contemporaneo argentino, estaba en una tarima y eso es un regalo. “Carnaval de Brasil” sono enorme en el teatro mexicano, y fue una de las tres que extrajo de “La Lengua Popular”. Los coros marplatenses y jaliscos se entrelazaban:
“Habra que desenvainar las espadas del texto y escribir una cancion, aunque no haya algun pretexto…”.
Canto “Elvis esta vivo”, “La Copa Rota”, “Estadio Azteca” y “Los Aviones”, la de Ursula, que le costo.
Y arranco “El Salmon”. Los que lo conocemos solo podemos imaginar su seguridad al interpretarla, pues de mil que escribio ese año, esta fue el himno y todavia la brincan en Madrid, Barcelona, Buenos Aires, Lima y Zapopan.
“Siempre segui la misma direccion, la dificil la que usa el salmon”.
Con “Los Chicos” la revento. El auditorio se lleno de rock y los rockeros nos hablabamos con señas entre amigos; el golpe de brazo argentino era contagioso.
Y pasaron Los Rodriguez y llegamos a “Crimenes Perfectos”, donde derrame la penultima lagrima. La he oido cantada por Andrelo, por Fito y por Joaquin y no me canso de oirla. Canto tango Andres, “Jugar con Fuego” y “Los Mareados”, solo con un piano, tan argentino como pudo. Ahi se noto la gran presencia marplatense en el local.
El rodriguezco repertorio se detuvo en “Me Arde” y el Salmon cambio la marcha, solo para cerrar con “Paloma”, mi cancion favorita, la que me hace vivir dos veces. Tercera lagrima.
“Te bajaria del cielo mujer la luna hasta tu cama”.
Se fue Andrelo, luciendo tan coolcomo dos horas antes, con su corbata igualmente incrustada en su chaleco y con una sonrisa de satisfaccion que solto muchas veces,
Volvio a dejar la sangre en la arena con “Canal 69”, con “Volver” el himno argentino (coincidentalmente titulo del tambien himno mexicano) y con “Flaca”, el himno salmonico.
Y acabo. Se abrazo con sus musicos y sabiamente uno a uno partieron, para dejar al Salmon solo, en una esquina de la gran tarima, con sus brazos arriba y su sonrisa unica.
Con esta foto mental comence a escribir esta nota, que mas que nota es despedida. A partir de hoy, lunes 22 de junio del 2009, el Bar Adduci is no more. Esto no implica que no vayamos a publicar mas notas o fotos en la web, pero ahora que acabo de celebrar mi primer Dia del Padre de la mejor manera, no puedo traer a un niño a un Bar. No es bien visto.
El Bar se cierra entonces, queda como dormidito. No queda nadie adentro, solo recuerdos, de Praga, Marruecos, Paris, Roma, Costa Rica y Buenos Aires; de amigos sinceros, de familias felices, de muchos lugares donde no vamos a volver y de muchos donde volveremos siempre.
De “pedazos de vida que no vamos a perder jamas”.
Gracias Andres. Gracias Andres. Gracias queridos Clientes por acompañarnos estos años.
Un espacio comodo en octubre e incomodo en Tangier.
La musica alerta: "El Ultimo Habitante del Planeta" de Mastretta; "Volver al Sur" de Gotan; "Almas Solas" de Indigo, por ahi algo del tio Alberto Gomez, para no olvidar a Lomas y nunca al Sur. El cielo esta de cabeza y las veinticuatro velas siempre se cambian a la medianoche. Las mesas alucinan a Charly y a Bono. A Andrelo ya nada lo alucina, pero que gran companero es, casi tanto como el perro chocolate. A veces se sienta con Fito el negro Medford, seguro hablan de Cuba. A Jose ya no se le ve.
El bar viajero abre sus puertas temprano en San Jose y las cierra en el West End a las doce en punto. Suena la campana y se escucha "New Year's Day". "Esa es tu cancion flaco" grita un pibe a otro y se la estampa en el corazon por los siglos de los siglos. Solo los amigos quedan adentro, por ahi uno que otro hermano, sin duda mis viejos y en su sillon un buen perro dalmata. Al sonar las 3, al perder el habla, al caer el ojo izquierdo, el anfitrion descansa, pero el bar nunca cierra.
Como dijo Sabina, "yo, mi , me, conmigo". Bienvenidos.
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