Friday, July 07, 2006

Firenze: Forza Italia




En medio de la noche toscana, en una de las quinientas plazas de la ciudad, en una noche caliente ... Italia gano.

Compramos una cerveza en un chino (correcto, aquí tambien hay pulperías de chinos) y nos acercamos lo mas que pudimos a la pantalla gigante, en medio de un millar de personas. La noche apenas caia y los italianos ya comenzaban a aplaudir las llegadas del Luca Toni. Por ahí alguien gritaba “Gattusso e un gatto!” y era cierto, el medio tano las peleaba todas. Pero la noche se alargaba, la cerveza moria y no habia goles. Los italianos se impacientaban, yo me subia en un palo para ver mejor.

Se vinieron los tiempos de descuento y refrescamos el Bar. Los minutos acrecentaban la presencia de improperios en los antes bien portados aficionados. Pero con la entrada de Del Piero, Italia camino mejor.

Grosso hizo el primero, con tal suertejusto en el momento en que yo me acercaba a hacer una foto del populo ya resignado. Al acercarme, un compa se dejo venir en la celebración del gol, me abrazo y brincamos por toda la piazza, como hermanos unidos por el futbol. Nunca supe quien era, ni el quien era yo, pero se que cuando Del Piero hizo el segundo, no me abrazo a mi, pero entre la histeria y la caradura, se le lanzo a una gringa y la apreto sin pensarlo dos veces. La gringa no supo que tren le paso por encima.



La noche era perfecta, Archundia pito e Italia estallo. Miles de motorinos (Vespa) inundaron las callecitas de Firenze ondeando banderas tricolores. Todos gritaban y se saludaban, hasta que de una ventana sono un grito sordo: Matteeeeoooo!

Matteo abrio la puerta y en calzoncillo negro, sin nada mas que lo vistiera, comenzo a correr en medio de los autos y las motos, pegandoles con un pedazo de estereofon en senal de victoria.

Una cuadra después se asomo un tipo en un Lamborghini, que lo hacia rugir y chillar, como recordando las maravillas que se construyen en este pais, que después de 24 an/os llegaba a una final. Como los zapatos de Prada, como las pinturas de Da Vinci, como la pierna derecha de Totti, como su pierna izquierda.



Esa noche Italia ya era campeon del mundo, aunque no lo fuera. En su alma orgullosa creian de nuevo en ellos mismos y volvian a recordar todo de lo que eran capaces. Grande Italia!

Al dia siguiente, fuimos a Pisa y pasamos al aeropuerto por la valija. Por supuesto, los ingeniosos (y cabrones) italianos daban la bienvenida a los turistas alemanes con el rotulo que mostraba la pizza y rezaba "Alemanes, tengan dos tajadas!". Son tremendos.

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